Los programas financieros son la base en la que se cimenta cualquier empresa del sector Fintech.

El sector Fintech utiliza las tecnologías para ofrecer servicios financieros de manera más eficaz y barata. Como su propio nombre indica, FinTech es el resultado de fusionar finanzas y tecnología. Si nuestra tecnología falla, nuestros programas informáticos no se adaptan a nuestras necesidades o simplemente no son buenos, todas estas ventajas desaparecen y se canjean por problemas e ineficiencias. En vez de más eficaces seremos incompetentes, y los costes comenzarán a aumentar.

Parece claro que la tecnología ha aportado ventajas enormes al sector financiero:

• Ausencia de sedes físicas: no es necesario mantener sedes físicas, por lo que el coste estructural baja, y esto puede repercutir  positivamente en el precio.
• Más comodidad para el cliente: éste puede realizar sus operaciones, sean las que sean, desde su casa. 100% online, y mucho más rápido.
• Automatización de procesos: la mayoría de procesos estarán automátizados, con lo que seremos más eficaces en la gestión de recursos como el personal y el tiempo.
• Mejora de imagen de marca: el marketing digital es infinitamente más barato que el tradicional, por lo que tenemos un mayor margen para la construcción de nuestra marca.

Por lo tanto, un negocio Fintech tendrá sentido en tanto en cuanto aproveche estas ventajas. Para ello, es indispensable contar con un programa finaciero, es decir, un software, competente y efectivo. De lo contrario, estas ventajas jugarán en nuestra contra. Un programa financiero ineficaz nos obligará a remar contra corriente y, muy seguramente, acabaremos ahogados o, en el mejor de los casos, en una isla desierta.

Por tanto, invertir en un software o programa informático de calidad es indispensable. Lo contrario es arrastrar una pesada losa de la que difícilmente podremos librarnos.